Cómo funciona una franquicia: qué es y todo lo que debes saber

Cómo funciona una franquicia

De acuerdo con el informe “La franquicia en España” de AEF (Asociación Española de Franquiciadores), existen casi 1.400 franquicias en España, de las que un 82% son de origen nacional. 

Sin duda, la franquicia es un modelo de negocio que está de moda y que, por tanto, cada vez más cobra presencia por todo el territorio nacional. Pero, ¿cómo funciona una franquicia en España? Te lo contamos en el siguiente artículo.

¿Qué es una franquicia?

Antes de conocer su funcionamiento, es necesario comenzar sabiendo qué es una franquicia:

La franquicia es un modelo de organización en el que una empresa (franquiciador) permite a otra persona (franquiciado) emplear su modelo de negocio, imagen corporativa y, por supuesto, marca; a cambio de una retribución económica.

Así, mediante este sistema, el franquiciado dispone de los derechos de explotación de los productos o servicios de dicha marca; gracias a esta relación comercial.

Características de un modelo de negocio de franquicia

Para comprender cómo funciona una franquicia, es necesario tener claros los siguientes conceptos:

  • Negocio asentado: Para empezar, una franquicia es una empresa de éxito -si no, no sería una franquicia-, por lo que su eficacia ha sido demostrada. Se trata de un modelo de gestión testado y consolidado, en diferentes escenarios, ciudades o incluso países, que el franquiciador transmite al franquiciado.
  • Know how: Como su propio nombre indica, es el saber hacer del negocio. Este suele recogerse en un manual de operaciones que el franquiciador brinda al franquiciado.
  • Canon de entrada y royalties: El canon de entrada es el pago inicial que realiza el franquiciado al franquiciador con el que obtiene la cesión del derecho de la marca, así como formación necesaria para abrir la franquicia. Por su parte, los royalties son cobros periódicos que el franquiciado debe abonar al franquiciador. Así, podemos encontrar dos tipos de royalties: por los servicios del franquiciador (publicidad, formación, soporte…) y por la facturación. El franquiciador se lleva un tanto por ciento.
  • Marca consolidada: Una franquicia es una marca ya conocida. Así que, gracias a este modelo de negocio, la marca crece con mayor facilidad y rapidez.
  • Formación: Este es uno de los puntos clave en una franquicia. El franquiciador forma a sus franquiciados sobre su marca y ofrece asesoramiento.
  • Modelo de gestión rentable: Se calcula que en una franquicia se recupera la inversión al cabo de 18-24 meses. Mucho antes que un negocio propio.
  • Apoyo: El soporte brindado por la marca al franquiciado es constante. Decoración, proveedores, ventas, personal… son solo algunos de los aspectos en los que la franquicia brinda apoyo a sus franquiciados.
  • Comunicación: Existe una comunicación fluida entre ambas partes; tanto por el franquiciador como por el franquiciado. 
  • Financiación: Cabe destacar que existen muchas facilidades de financiación para las franquicias. Tanto los propios franquiciadores como las entidades bancarias posibilitan su financiación, al tratarse de negocios probados y con éxito.
  • Versatilidad: Desde cadenas de supermercados, hasta restaurantes; pasando por ambientación profesional. En cualquier sector se pueden abrir franquicias.

En definitiva, una franquicia es un tipo de negocio rentable, puesto que se trata de un sistema ya comprobado y, por tanto, con un riesgo mínimo a la hora de invertir. Además, los roles tanto del franquiciador como del franquiciado son esenciales para el éxito de la franquicia.

Cómo funciona una franquicia en España

Si te preguntas cómo funciona una franquicia, es necesario que tengas claro las dos partes que conforman este tipo de negocio: el franquiciador y el franquiciado. Cabe señalar que ambos comparten un mismo interés; conseguir que la marca sea un éxito. Toda una ‘simbiosis económica’. Y, por ello, ambos son del todo fundamentales. 

La figura del franquiciador

El franquiciador es el dueño de la marca, la empresa que cede sus derechos a un tercero (el franquiciado) a cambio de una retribución económica. No obstante, el trabajo de franquiciador va más allá de esto: se ocupa de brindar apoyo al franquiciado, de diseñar el desarrollo de negocio, de buscar el local y de su decoración -en las franquicias donde es necesario-, de la comunicación y el marketing, de la formación, de los proveedores… 

En otras palabras: el franquiciador se ocupa de la dirección y la gestión global de la marca. 

El papel del franquiciado

Por su parte, el franquiciado se puede ocupar de lo que realmente le importa: gestionar únicamente su negocio, sus clientes y su personal. De este modo, muchas tareas que en condiciones normales el franquiciado tendría que asumir son delegadas al franquiciador. 

La imagen de marca, el marketing, la negociación y compras de materias primas… son algunas de las tareas que el franquiciado no necesita invertir tiempo en ello.

Beneficios del modelo de franquicias

Son muchas las ventajas de una franquicia, tanto para el franquiciador como para el franquiciado. A continuación, veamos algunas de las más significativas:

Beneficios de un franquiciador

  • Mayor velocidad de expansión: El crecimiento de la marca aumenta y de forma mucho más rápida, gracias a las franquicias.
  • Menor necesidad de capital: Aunque su marca sigue expandiéndose, los costes por parte del franquiciador son mucho más bajos.
  • Equipo humano más comprometido: El franquiciador se apoya también en el trabajo de los franquiciados. Personas emprendedoras comprometidas por seguir sumando éxitos a la marca.
  • Mejor cobertura geográfica: Contar con una red de franquicias favorece el desarrollo de la marca, también geográficamente.
  • Una atención al cliente más cercana: La experiencia de usuario mejora, ya que cada franquiciado se hace cargo de llevar una relación directa con sus clientes. En este sentido, es más fácil tratar al público desde cada franquicia que desde la central.

Beneficios de un franquiciado

  • Negocio probado de éxito asegurado: La seguridad es uno de los beneficios más importantes para un franquiciado. Recordemos que una franquicia es un negocio más que probado, la experiencia del franquiciador va a hacer que el franquiciado no parta de cero y, por consiguiente, que los riesgos de comenzar un nuevo negocio sean mínimos.
  • Menor inversión que al empezar de forma individual: El ensayo- error en el mundo de los negocios hace que se pierda mucho dinero. Y el franquiciador ya cuenta con un bagaje, una experiencia que permite que el franquiciado optimice los costes. Con una franquicia, el dinero gastado es una inversión, que devolverá sus frutos. 
  • Marca de reconocido prestigio, solidez y confianza: Invertir en una marca que ya es reconocida por el público, que cuenta prestigio y está consolidada, nada tiene que ver con empezar con un negocio desde cero. La reputación preexistente facilitará la llegada de clientes.
  • Formación especializada y plazo de aprendizaje reducido: Un franquiciado cuenta con el apoyo directo del franquiciador. Este último lo formará en todo tipo de tareas, necesarias para llevar a cabo una correcta gestión de la franquicia. Asimismo, el franquiciador apoya o acompaña en la puesta en marcha de cada franquicia.
  • Menores costes dentro de la cadena, precios reducidos: Como ya se advertía, los riesgos económicos son mínimos; pero es que los costes también son menores que abriendo un negocio propio. La marca ya trabaja con unos proveedores, los cuales ofrecen precios ajustados a cada franquiciado. 

Diferencias entre una franquicia y una licencia de marca

A pesar de tratarse de conceptos parecidos, una franquicia y una licencia de marca no son lo mismo.

Una licencia de marca es también una relación comercial entre el propietario de una marca y un tercero, al que se le concede los derechos de explotación a cambio de una compensación económica. Pero con la principal diferencia de que el propietario no brinda formación ni asistencia al segundo, ni tampoco lleva adelante la gestión global de las operaciones.  

En una franquicia, existe una cohesión entre franquiciador y franquiciado. El franquiciado dispone de ese apoyo constante del franquiciador, hecho que en una licencia de marca no ocurre.

¿Por qué invertir en una franquicia?

Porque es un negocio seguro y rentable, ideal para personas que deciden emprender y que no tienen experiencia en el mundo de los negocios. Los riesgos económicos son mínimos y las ganancias son una realidad.

Además, existe una relación directa con el franquiciador, el cual asiste al franquiciado en distintos ámbitos de su negocio (proveedores, licencias, búsqueda del local…) y ofrece ese know how o conocimiento para poner en marcha su franquicia.

No hay que olvidar tampoco que una franquicia es un negocio, cuyo éxito ha hecho que se convierta en franquicia. Una marca consolidada y conocida por el público en general.

Y tú, ¿todavía te preguntas cómo montar una franquicia? En Ambiseint llevamos desde el año 2011 abriendo franquicias por toda España. Además de pertenecer a la AEF, nuestros productos están registrados y cuentan con patentes internacionales.

No somos una franquicia al uso. En Ambiseint no vas a necesitar local comercial, ni tampoco cobramos canon de entrada ni royalties. Facilitamos la financiación de tu franquicia, ofreciendo también formación inicial y continua a nuestros franquiciados. Además, con nuestras franquicias no existen los riesgos: si no cumples tus expectativas, recompramos tu inversión.

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